Estamos metidos de lleno en el otoño. en las consultas médicas se oye un coro de toses de distinto tono e intensidad, algunas parece que nunca van a cesar impidiendo volver a una respiración tranquila, ritmica.
Los adultos cansados, con malestar, dolor de cabeza y dolores musculares. algunos con fiebre y como no, con dolor de garganta.
Entre medias como siempre los niños. esos maquinones. tosen, moquean, a veces parecen tan postrados que nos duele mirarlos y de repente, resurgen. vuelven correr, chillan y juegan como si nada, mientras los adultos aún arrastramos las piernas y nos dejamos caer sobre el asiento más cercano como si en ello nos fuera la vida.
¿Quien dijo aquello de que las alergias son para la primavera?.
Picor en la garganta y/o en nariz y ojos. Congestión nasal mocos que caen y esa tremenda tos que parece que nos ahoga y nos deja el pecho tan dolorido.
¿Nos suena esto de algo?.
Los virus nos persiguen, habitan en nuestro entorno y entran por nuestras vías respiratorias y boca buscando un ambiente óptimo para replicarse y colonizarnos y encima el médico dice que solo puede tratarnos los síntomas, que hay que esperar unos diás y ya pasará…
¡Pero esa tos no pasa…! sigue y sigue. y ya viene el remate final… ese picorcito que nos incluye en el grupo de los que tenemos un componente alérgico.
¡Y solo estamos en otoño….!. ¡y ya los alérgenos atacan!.
Los médicos nos darán las pautas mas adecuadas, hay que seguirlas.
¿Pero podemos ayudar a nuestra recuperación, complementándolo con alguna técnica?.
Por supuesto que sí. Una de ellas es la Haloterapia.
La Haloterapia, respirando sal micronizada, puede constituir una magnifica ayuda.
En el interior de una cueva de sal o sala de sal ocurren fenómenos fisiológicos que nos pueden ayudar. respiramos e inhalamos sal.
Como es sal seca y el tamaño de las párticulas es tan pequeño, esa sal llegará al fondo de nuestro árbol respiratorio y una parte se depositará en las paredes de los bronquios.
La sal atrae agua y de esa forma se consigue que la mucosidad de toda la vía respiratoria se ponga más fluida y puede ser expulsada más fácilmente.
Si limpiamos nuestro sistema respiratorio disminuiremos el numero de cuadros respiratorios y/o la intensidad de los mismos.
Pero pasan más cosas, se produce un efecto antiinflamatorio y entonces las paredes de los bronquios adelgazan, el aire corre mejor, disminuye la tos y se disminuirá la cantidad de medicación necesaria en muchos casos.
Con ello, muy importante para nuestro organismo, habremos facilitado la expulsión de alérgenos y partículas contaminantes.
Nuestras reacciones alérgicas disminuirán. Esa tos cederá e incluso conseguiremos alargar los intervalos entre cuadros alérgicos.
¡¡Pero nunca la Haloterapia deberá entrar en conflicto con las indicaciones de nuestros médicos¡¡
RESPIRA SAL, VIVE SALUD.
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